viernes, 21 de octubre de 2011

COMENTARIOS ACERCA DE LA POSMODERNIDAD EN LA ARQUITECTURA

El par modernidad-posmodernidad es tan disímil a la pareja modernismo-posmodernismo que asombra mucho la discusión que se realiza alrededor de sus definiciones y conceptos. Aparentemente, por los nombres parecen hablar de una misma cosa, sin embargo no es así. La posmodernidad es la cualidad de lo posmoderno mientras que el posmodernismo es una rama artística característica de la posmodernidad. De igual modo podemos hacer la semejanza con el concepto de la modernidad. 

Para empezar a hablar de la posmodernidad definitivamente tenemos que tratar de la modernidad. La discusión es más antigua de la que cualquiera puede imaginarse, me refiero a la discusión de la modernidad. Algunos autores la sitúan en la edad media, sin embargo otros, más atrás. Lo cierto es que se gesta -la modernidad- en las ciudades que se había desarrollado el capitalismo y por ende una nueva clase social: la burguesía. En aquella época se habían hecho grandes descubrimientos y avances científicos (Galileo, Kepler, Newton, etc.) 

Descartes en su famosa obra “Discurso del Método” establece una clara ruptura con la escolástica que se enseñaba en las universidades. Ponía a duda a todos los conocimientos de la época metódicamente y a diferencia de los escépticos, su forma de cuestionar las cosas estaba orientada a la búsqueda de principios en los cuales podía establecer el saber. Toma como modelo el método matemático con el fin de terminar el silogismo aristotélico empleado durante la edad media. Al igual que Bacon afirman que el método es el camino para descubrir la “verdad” y otorgan un papel protagónico al sujeto pensante (signo indiscutible de la modernidad)

La filosofía de la ilustración, que nutrió del racionalismo francés y el empirismo británico, defiende la razón que se apoya en la experiencia, que va de lo singular a lo universal, de los hechos a los principios y va tomando a la ciencia natural como modelo de todo conocimiento.

Immanuel Kant produce un nuevo cisma después de Descartes, quien argumentaba que la experiencia, los valores y el significado mismo de la vida serán completamente subjetivos sin haber sido primero subsumidos a la razón pura, y que usar la razón sin aplicarla a la experiencia, nos llevará inevitablemente a ilusiones teóricas. Mientras que Descartes nos decía que la prueba indudable de la existencia era el pensamiento (Cogito ergo sum), y que a partir de allí se podían establecer nuevas certezas, Kant en su “Critica a la Razón Pura”, establece que no es posible llegar al conocimiento de la verdad través de la racionalidad pura, además menciona que este conocimiento puede ser a priori, es decir, anterior a la experiencia y completamente autónoma.

En el sigo XIX, se consolida el desarrollo industrial y con ello una “clase” obrera. Las revoluciones y restauraciones serán cada vez más importantes definiendo así las republicas, monarquías, monarquías constitucionales o imperios absolutistas.

Herder y el romanticismo alemán del siglo XIX establecen las primeras críticas a la modernidad. Así mismo Nietzsche crítica a la modernidad al considerarla que ignora la vida y la voluntad de vivir, “una razón que se opone al los sentidos”. 

Sin embargo existen expresiones de la modernidad que manifiestan continuidad de la ilustración critica: Comte, Hegel y Marx.  Sus ideas sobre los estados (teologico, metafísico y positivo), el carácter racional de la historia y la revolución social, respectivamente, perduran hasta el siglo XX.

En los párrafos anteriores se pueden apreciar una palabra recurrente: “RAZÓN” y es que no hay algo que caracterice más a la modernidad que aquella palabra. Desde del “Debate de los antiguos y los modernos” en la edad media hasta las ideas “Modernas tardías” de la actualidad se observa a la modernidad como una dimensión de cambio ontológico que crítica a la tradición, busca el cambio y racionaliza el juicio de los hombres. Busca la “emancipación” del pasado y presta más importancia al porvenir. Además de tener siempre un concepto antropocéntrico.   

¿Y en la Arquitectura?

Suele confundirse el término arquitectura modernista con arquitectura moderna y contemporánea, la primera es la expresión del movimiento del mismo nombre o Art nouveau que se desarrolló en las últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX.

Ahora bien, la arquitectura moderna buscó, al igual que las ideas de la modernidad, la renovación estética del arte de vanguardia, llegó hacer una revolución genuina en su modo de observar y expresar el mundo. La escuela de la Bauhaus y el movimiento moderno vinculado al Congreso Intenacional de Arquitectura Moderna (1928-1959), establecen las bases que caracterizan a este movimiento. Debemos entender a la arquitectura moderna como algo estilístico y no cronológico para evitar confusiones. Las características de esta arquitectura son: simplificación de las formas, ausencia de ornamento, renuncia a la composición académica clásica, renovación de la estética. Si tuviera que resumir a la arquitectura moderna en tres palabras estas serían: Abstracción, Racionalidad y Funcionalidad. 

La carencia de resultados de los principios reformistas que negaban la tradición y apoyaban las soluciones racionales basadas en la función, estandarización e industrialización; no quiere decir que la arquitectura moderna fracasó, ya que a pesar que sus ideales era muy altos (la búsqueda de una sociedad justa y equitativa en la que no exista la miseria y caos), su legado -no como resultado sino como proceso- ha contribuido más a la sociedad que el actual sistema liberal y capitalista.



















Posmodernidad

Es difícil llegar a la definición del concepto de posmodernidad, debido a que en la actualidad no se tiene un orden establecido y un marco teórico valido para analizar los hechos de este proceso, la barrera más clara es que tratamos de analizar en este momento sin saber exactamente el orden de los hechos. Quizás dentro de algún tiempo futuro será más fácil ver los sucesos.

La posmodernidad se ve como un proceso histórico o como una actitud filosófica que afirman de igual modo el fracaso de las ideas del proyecto moderno. Después de la guerra fría (caída del muro de Berlín, 1989) empieza a consolidarse un nuevo concepto Globalización. Es increíble ver que a pesar de estar cada vez más intercomunicados las poblaciones son menos íntimas y más aisladas. Se pasó del sujeto moderno al individuo posmoderno. En contraposición con la modernidad, la posmodernidad es la época del desencanto, se renuncia las utopía y al progreso en conjunto. La economía de consumo cada vez más voraz hace que se pierda el sentido ético pregonadas por Kant.

Para algunos Nietzsche fue el primer posmoderno, sin embargo otros remontan las actitudes posmodernas a algunos sofistas. En el pensamiento posmoderno, según Vattimo, lo importante no son los hechos sino sus interpretaciones, es decir, de la posición relativa del observador depende la certeza de un hecho y por consiguiente su interpretación de la verdad es incierta. El modelo determinista de Hegel, Kant, Leibniz y Marx es sometido en tela de juicio. La teoría del Caos, la imposibilidad de predecir hechos futuros y el principio de la incertidumbre (Heisenberg) define una característica del pensamiento posmoderno. Para Jürgen Habernas la posmodernidad es “antimodernidad” aunque hoy en día se tiende a creer que todo es posmoderno. Sin embargo, para críticos como Hal Fsoter, la modernidad es la “cultura oficial”.

¿Y en la Arquitectura?

A las 15 horas, 32 minutos del día 15 de julio de 1972, Charles Jencks decretó la muerte de la arquitectura moderna; los desconocidos edificios Pruitt-Igoe en San Luis (EEUU) diseñados por Minoru Yamasaki eran demolidos en ese instante. Ahora vemos que se adelanto varias décadas, pues para muchos la arquitectura moderna sigue no solamente viva sino que es vigente.  

La teoría de la arquitectura posmoderna se basa en la diferencia entre el orden clásico y el orden del caos, el primero tiene una geometría euclidiana, una estética platónica y el edifico es una analogía de un orden establecido, el edificio como un todo construido por sus partes (proporciones); por otro lado, el segundo, tiene una geometría fractal no euclidiana, sostiene una estética relativa, el edificio es una analogía al caos, el edifico construido en partes-partes y partes-todo. Ambos órdenes tienen una visión antropocéntrica pero el del caos es “mecánico”.

Si tuviese que definir al postmodernismo en la arquitectura diría: “Es la oposición y crítica al modernismo”, que ni siquiera tiene un nombre propio sino que aumenta un prefijo a la conocida palabra para que su semántica alcance al concepto de suceso. Es decir como tal la posmodernidad no se gestó como un ideal sino que es una consecuencia casi intuitiva de la modernidad.  Las soluciones posmodernas en la arquitectura van más por la intuición, expresión y diversidad (trans-racionalidad). La arquitectura posmoderna fue contestataria a la arquitectura moderna y en esa búsqueda de crítica vemos que ahora cada vez se pierde más. La arquitectura posmoderna busca cada vez más “nuevas emociones”, situaciones “más excitantes” formas más inimaginables, es como un drogadicto que busca mayores dosis de consumo para aliviar el dolor que le causa su propia adicción. La sociedad posmoderna cada vez es más indiferente y aunque más interconectada es menos íntima y eso se refleja en la arquitectura, cada vez más impersonal.

Hay quienes ya hablan del término de la arquitectura posmoderna y también fijaron una fecha, el 11 de septiembre del año 2003, a las nueve y treinta y dos minutos de la mañana, fue el inicio del deceso de la sociedad de consumo, la globalización de los mercados y el sistema neoliberal.